
lunes, 2 de noviembre de 2009
sábado, 12 de septiembre de 2009
viernes, 7 de agosto de 2009
lunes, 18 de mayo de 2009
martes, 24 de marzo de 2009
domingo, 15 de marzo de 2009
sábado, 14 de marzo de 2009
domingo, 1 de marzo de 2009
sábado, 21 de febrero de 2009
miércoles, 18 de febrero de 2009
lunes, 16 de febrero de 2009
miércoles, 21 de enero de 2009
EL ALMANAQUE DE MI PADRE. Jirô Taniguchi

Es un manga que recomendaría a cualquiera que no tenga la costumbre de leer cómics. Se lee de un tirón facilmente y sigue una narrativa muy clara con un dibujo muy descriptivo y limpio. Cuenta algo interesante que puede llegar a cualquier tipo de lector de una forma muy sensible.
Taniguchi nos cuenta la historia de una familia a través de su protagonista, un fotógrafo distanciado desde hace años de su padre, del que se ha construido una imagen a través de sus recuerdos que resulta ser distinta a la real, al volver a su pueblo para su funeral y encontrarse con sus parientes.

Empezó a trabajar como asistente del dibujante Kyota Ishikawa.
Debutó en el mundo del manga con Kareta Heya (La habitación ronca), publicado en 1970 en la revista Young Comic y desde entonces ha mantenido una prolífica carrera.
En 2001 creó la serie Ícaro a partir de textos de Moebius.
Se han publicado en español historias como El almanaque de mi padre, Crónicas del viento El Olmo del Cáucaso, Tierra de Sueños o Barrio Lejano entre otros.
Ha sido premiado con el Tezuka por Botchan no Jidai, con el premio Shogakukan por Inu wo kau (Tener un perro). En 2003 ganó el Alph'Art del mejor guión en el Festival Internacional de Cómics de Angoulême por Harukana machi-e (Barrio lejano), por el que también recibió el premio a la mejor obra en el Salón del Cómic de Barcelona de 2004.
martes, 24 de junio de 2008
miércoles, 14 de mayo de 2008
THE PRO
El avance del próximo estreno del Príncipe de Bel Air en donde interpreta a un superhéroe pedorro desarrapado y malhablado me ha recordado lejanamente a los guiones de Garth Ennis y en especial al cómic que publicó juntamente con Amanda Conner:
En donde se hacía un repaso muy crítico y cachondo a los tópicos del tebeo superheróico más clásico.
A saber, los dejaba como una panda de moñas fascistas reprimidos sexualmente. Una coña en realidad, de las tonterías parece ser, que escribió el psiquiatra Fredric Wertham (La seducción del inocente) en 1954, y del artículo sobre los problemas de Superman para encontrar una media naranja que sobreviviera al coito con él en Hombre de Acero Mujer de kleenex de Larry Niven. Sin dejar de lado a los malos guionistas que han repetido estos tópicos y que después de la película del Smith es muy probable que se pongan de moda los superhéroes tirados y pelacañas con lo que se perdería toda intención crítica.
The Pro no deja de ser una bromita y ejercicio de estilo que se lee muy bien, ejecutado por una dibujante muy eficaz y graciosa, con un estilo muy acorde con el guión gracias a esa mezcla de realismo y caricatura tan personal.
También me parece muy recomendable al tratar personajes y situaciones algo tabú o que no han sido tratados con la dignidad que se merecen como son las prostitutas y la vida que pueda llevar una chica cutre con granos en el culo, bastante petarda y madre soltera de un niño gordo y feo y que actúa como podría hacerlo una persona normal en su situación. Más creíble como mujer y persona que otros personajes de obras más pretenciosas que buscan retratar lo femenino y se quedan en simples amaneramientos.
Bill Mumy formó una super banda de rock llamada Seduction of the inocence, con el actor Miguel Ferrer, el dibujante de cómics Steve Leialoha y Max Allan Collins que no se quien es.
En el año de la publicación del primer tomo de The Pro en España, pues por lo visto se va a editar uno nuevo en los EEUU, recuerdo el cachondeo que se armó en el puesto de venta de su editorial en el Salón del Cómic de Barcelona. Se expuso un diorama con la viñeta de la felación al sosias de Superman con su cara recortada para que los fans pusieran su mejor cara de gustete. A uno de los culpables del acto me consta que pretendió usar a una chica como azafata vestida con el uniforme de la heroína. Por suerte por una vez el sentido común fue la regla y no se llevó la idea adelante. Pensar en como se habrían cebado con ella las hordas de visitantes masculinos y lesbicos del salón, mientras que la misma tratase de esconder sus pezones en el escote traidor (consultad el tebeo) sería digno de contar para cualquiera de los espectadores, pero no para la víctima y los morbosos responsables.
Amanda Conner sería uno de mis ídolos si repitiera esta foto con Carrie Fisher o una de sus imitadoras de convención, en especial las del tipo slave Leia.