lunes, 15 de junio de 2009

TERMINATOR SALVATION.

La nueva entrega de la franquicia ha resultado ser, como lo eran las anteriores, otro ejemplo de cine de consumo y entretenimiento con algo de calidad.

La primera parte como todos sabemos, basó su éxito en una historia de acción muy atractiva y bien resuelta en todos los campos, un ejemplo de que la serie B a veces solo etiqueta a un cine con un presupuesto concreto y no su calidad. La segunda parte era solo una versión actualizada de la primera que incluía alguna vuelta de tuerca argumental. Lo mismo que la tercera, para mí injustamente denostada, pues aunque repite los aciertos y errores de las primeras partes, solo adolece de un mal montaje, de falta de ritmo. A cambio, sabe reírse de sí misma y presenta situaciones y personajes que aunque son familiares a la saga no se presentan de la forma esperada. Es un segundo remake de la original, pero, por fin, hace avanzar la historia hasta el mundo apocalíptico de la guerra contra la máquina.

La historia de un John Connor en plena crisis personal que aparentemente ha salvado el mundo, pero al no convertirse en el líder futurista que esparaba ser, vaga por el país convertido en un deprimido inadaptado que va descubriendo como, a fin de cuentas, el destino de la humanidad es invariable y termina asumiendo su verdadera naturaleza.


Otra variante del cuento del mesías, tan bien descrito en el artículo de Norman Spinrad
"El emperador de todas las cosas".

Terminator Salvation aparte de su puesta en escena, despliegue artístico y técnico, repite los mismos errores de toda la saga. La historia ya está contada, John Connor manda a su padre al pasado para que le engendre y así pueda llegar a ser el líder que lleve a la humanidad a la victoria sobre las máquinas rebeldes que la han destruido. Sabemos como es el futuro, sabemos que los buenos ganan. Ya está, no hace falta contar más, sobran tres películas.
Da igual que no salga Schwarzenegger, que el reparto no haga una demostración de arte dramático o que algunas escenas tengan un montaje más saltarín o alargado que en una película de Robert Rodriguez.

Para mí lo interesante de esta nueva entrega es como le han dado verosimilitud a ese futuro apocaliptico. Si, no es gran cosa, pero prefiero fijarme en los aspectos positivos, pues mierda hay en caso todas partes.

Porque un conflicto, del tipo que sea, nunca se desarrolla ni se resuelve como una partida del RISK, me explico:

En esta peli, más parecida a un capítulo píloto de una serie de la tele, vemos todavía a un John Connor casi anónimo que aún debe labrarse la carrera de salvador de la humanidad. Integrado en la Resistencia, solo ascenderá, como en muchas guerras, gracias a las bajas de sus superiores en combate.

La misma Resistencia es un ejercito bien organizado y disciplinado que aún mantiene restos de las fuerzas aereas y marinas y que hasta el momento de la acción, aunque a la defensiva despues del ataque másivo que casi extingue a la humanidad, mantiene a raya a Skynet.

Aparentemente, esto se puede explicar, no solo por lo visto en los capítulos anteriores, en los que vemos a la Resistencia luchando abiertamente y derrotando a Skynet, si no también porque para que Skynet llege a ser el imperio de frio y vil metal que asola el mundo, necesita de un despliegue planetario y de un ferreo control de los recursos, nunca mejor dicho ;).

En un principio, como vemos en la tercera parte, Skynet solo controla los sistemas informáticos de toda clase de todos los países y del laboratorio norteamericano en el que ha sido creado, incluyendo a un puñado de prototipos de terminator (así descubrimos que toda la tecnología de Skynet es un invento humano, redundando en la idea de que las máquinas creadas por el hombre lo destruyen).

Un PC o un McIntosh por si solo no puede tomar el control de una ciudad, una fabrica o de una mina o de una refineria mientras expulsa a los restos, muy combativos, de los ejercitos humanos de esos sitios. Ni puede poner en marcha toda la cadena industrial necesaria para sostenerse y a la vez exterminar a la humanidad. Una humanidad todavia lo suficientemente numerosa equipada y decidida que obliga a Skynet a crear un ejercito de ciborgs que se infiltren entre ellos para combatirlos y a una tecnología completamente nueva que permita los viajes temporales y la seguridad de que no falla en su plan de exterminio, un plan que parece justificado solamente por el ego exagerado paranoico y artificial de Skynet, si no ¿para qué destruirla?

Para eso se necesita tiempo, tiempo que aprovechan los humanos para organizarse y contraatacar. Claramente el bombardeo atómico no ha sido tan destructivo y las limitaciones de las máquinas permiten reunir e instruir nuevas tropas, ocupar refugios y mantener algunas infraestructuras y armamento pesado propios para poner a salvo a los supervivientes.



Otro punto a favor de la película, es que ha servido para que conozca y lea La Carretera, de Cormac McCarthy, una de las fuentes del guión que el director recomendó al reparto para que se introdujera mejor en el ambiente, haciendo esto publico en alguna entrevista que fue reseñada en internet (donde habita Skynet). Ganadora del Pulitzer de 2007, recrea un mundo apocaliptico en el que los protagonistas buscan refugio, esquivando bandas de canibales y otros problemas y del que hay una adaptación cinematográfica protagonizada por Viggo Mortensen.



Quizás un fake del personaje interpretado por la Bonham Carter. Se suponía que esta iba a ser su imagen en el flim, en alguna escena, como lugarteniente de Skynet. Una sorpresa para el público que revelaría los nuevos planes de Skynet para la humanidad, según insinuaba la Wikipedia y el mismo prólogo de la peli (una científica que investiga para Ciberdine una cura para el cáncer. Si Ciberdine, madre de Skynet, la empresa que desarrolla inteligencias artificiales y androides emplea a alguien que desea curarse a sí misma y a la humanidad...), pero su actuación ha resultado ser casi anecdótica. Por otra parte podría ser un descarte del guión original. El drama personal de la actriz, al perder a parte de su familia en un accidente de tráfico pudo hacer variar el guión definitivo y la implicación de la misma, lo que al menos en parte también explicaría el torpe montaje de la película.



Un acierto del flim está en el apartado artístico, impecable en estos casos. Una producción muy cuidada que con un mejor guión nos podría haber servido un buena historia de terror/supervivencia al estilo Romero. Lo digo por la apariencia de los T 600 como zombis tecnológicos, portando los restos del disfraz humano y la fatiga de combate, luchando aunque esten despedazados, haciendolos más verosímiles. Como en la escena inicial del asalto aereo a la base de comunicaciones de Skynet, toda la secuencia hasta que John Connor destruye in extremis al terminator que trata de matarlo en el helicoptero es genial, lo mejor de la peli con mucha diferencia.


De propina, un par de vídeos interesantes sobre el tema:





Título original: Terminator Salvation. Nacionalidad: Estados Unidos.
Año: 2009 Duración: 115 min. Dirección: McG. Guión: John D. Brancato Michael Ferris.
Fotografía: Shane Hurlbut. Música: Danny Elfman.
Intérpretes: Sam Worthington (Marcus Wright); Christian Bale (John Connor); Moon Bloodgood (Blair Williams); Anton Yelchin (Kyle Reese); Bryce Dallas Howad (Kale Connor); Helena Bonham Carter (Dra. Serena Kogan).

No hay comentarios: