domingo, 24 de febrero de 2008

LOS CRÍMENES IMPERCEPTIBLES (de Oxford).


La discusión sobre la concepción que tenemos de la verdad y lógica es lo que aporta la novela y su, para mi, superior adaptación al cine. Se da un repaso a todos los detalles y clichés del género de misterio criminal para darles otra vuelta de tuerca y dejarnos claro que si nos dejamos llevar por las reglas del género intentarán tomarnos el pelo delante de nuestras narices como en un juego de ingenio y lógica de los que están ahora de moda, su autor no deja de ser un doctor en matemáticas.

El famoso filosofo y matemático Wittgenstein en sus años de estudiante en la Realschule de Viena. El explosivo inicio de la película comienza con el filosofo escribiendo en un arranque de inspiración durante un asalto de trincheras durante la Primera Guerra Mundial que resulta ser una cita del profesor Sheldom, interpretado por John Hurt, dando una conferencia sobre el Tractatus Logicus Philosophicus.


Pues la novela y sobre todo su adaptación al cine se pueden reducir a un juego de manos, de los que un brazo del mago hace muchos aspavientos mientras que con la otra mano esconde la carta que se le supone sobre la mesa, en el sombrero o en el bolsillo de algún miembro del público compinche o no. La lógica y la falta de habilidad del mago nos puede llevar a descubrir rápidamente el truco pero el ritual del numerito, sus movimientos y discurso, nos entretienen y hacen quizás olvidar la solución evidente. Los buenos magos hacen esto en apariencia para luego sorprender al espectador avispado haciendo aparecer la carta donde menos se espera. Lo que no es el caso de la película y el libro.

Con esto tampoco afirmo que sean malas obras, su calidad esta en como desarrolla y cuenta el argumento, sobretodo en la película, donde en mi opinión Álex de la Iglesia se muestra como el mejor director de género español, uno de los mejores cineastas de este país, aún haciendo una obra de encargo y extranjera y que no deja de ser un entretenimiento, aunque de calidad.

La trama se mantiene muy fiel al original, con los cambios necesarios para poder traducirla al lenguaje cinematográfico más algunos toques que se adivinan propios de De la Iglesia o de Guerricaechevarría que no son evidentes o no aparecen en la novela. Algunas escenas cambian su orden en la trama, algún personaje secundario y detalles de los protagonistas cambian o desaparecen pero lo esencial y mas que eso, permanece o se mejora. Mejora por la síntesis acertada de la trama y sus personajes que da el guión.

Una de las viñetas del story board del flim, los partidos a dobles de tenis que hacen conocer a la pareja protagonista en la novela se simplifican en un encuentro casual en una cancha de paddle entre ambos, en donde se presentan sus caracteres. Principalmente la determinación y confianza en si mismo y en las matemáticas y sus reglas de Martin (Elijah Wood) que se sirve de complicadas ecuaciones pintadas en la pared y el suelo para saber por donde le llegará la pelota y así ganar siempre. Un juego de habilidad física resuelto por el intelecto, visualmente bonito aunque poco creíble.
La trama se plantea con la muerte de la casera del protagonista, una matemática exmiembro de los servicios de inteligencia británicos que descodificaron los mensajes secretos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial (aunque el merito real fue para los polacos). Sin enemigos aparentes ni una causa evidente para el asesinato de la señora Eagleton, el protagonista se ve involucrado en el crimen al encontrarse el cadáver de la misma en su casa, al ir a pagar el alquiler, donde coincide con, el al principio esquivo, profesor Sheldom, el admirado genio matemático de Martin.
Martin es un estudiante estadounidense (argentino en la novela) de postgrado que mediante una beca llega a Oxford con el fin de conocer y trabajar con el propio Sheldom en su tesis, a principios de la década de los 1990. Consigue una habitación en la casa de la familia Eagleton y enamora a la hija de su casera y amiga de Sheldom, Beth, por sus maneras decididas, libertinas y despreocupadas propias de un americano que seducen tanto a las europeas (algo más propio de una novela decimonónica, donde el contraste sería mas fuerte) por partida doble.
El encuentro fortuito con el cadáver y su admirado Sheldom, que toma la iniciativa de la investigación policial (en principio resuelta al apuntar al culpable mas plausible: al morir Eagleton, Beth es la beneficiaria de una modesta herencia y se libera de la carga de su anciana y excentrica madre enferma) al desvelar un complot que esconde una trama propia de logias secretas y misterios históricos, lo convierte en un sosias del doctor Watson. Al igual que este, es un tipo inteligente y atractivo para las mujeres que se ve atraído y superado por el genio del maestro.

Martin (Wood), Beth (Cox) y Lorna (Watling)

Blog muy muy recomendable de Álex de la Iglesia y Los Crímenes de Oxford:

http://blasfemandoenelvrticedeluniverso.blogspot.com/


Dirección: Álex de la Iglesia. España, Reino Unido y Francia.Año: 2008. Duración: 110 min.Género: Thriller. Interpretes: Elijah Wood (Martin), John Hurt (Arthur Seldom), Leonor Watling (Lorna), Julie Cox (Beth), Anna Massey (Sra. Eagleton), Alex Cox (Kalman), Dominique Pinon (Frank), Jim Carter (inspector Petersen). Guión: Álex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría; basado en la novela de Guillermo Martínez. Producción: Gerardo Herrero, Mariela Besuievsky, Álvaro Augustin, Kevin Loader, Frank Ribiere y Verane Frediani.Música: Roque Baños.Fotografía: Kiko de la Rica.Montaje: Alejandro Lázaro. Diseño de producción: Cristina Casali.Vestuario: Francisco Delgado.

Para despistar: el personaje de la Watling apenas aporta algo más que erotismo y una posible sospechosa de asesinato, es una pena, porque aparentemente se presenta como una mujer fuerte y decidida aunque al final solo queda relegada a presencia física espectacular, algo que tampoco esta nada mal.

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